Camino sin sendero observando mi alrededor mientras viejas notas de piano y violín reverberan en mi memoria. La despiadada podredumbre social y económica derroca lo que durante milenios hemos construido. Terreno ya yermo. A mis sepulcrales pasos les acompañan mis pensamientos: «¿Por qué hemos dejado que la falacia nos domine reescribiendo nuestra historia y destino?» «MEMENTO MORI» tiene grabado en piedra una puerta. Ineludible, pero el dolor surge del infierno inmutable en derredor. Suspiro. He tomado una decisión. Simplemente, me disgrego en la eternidad.