- Adelgazas. ¡Por fin podrás tener un peso que no te haga comprar ropa tan ancha!
- Disminuyes el consumo de azúcares, grasas y sustancias químicas insanas. Limpias tu organismo a coste cero. Todo un hito en salud.
- Ganas tiempo. ¿Por qué perderlo en comprar, cocinar y limpiar? Sólo piensa en qué gastarás todo ese precioso tiempo. Podrás hacer tantas cosas que cuando fines no te quedará nada pendiente.
- Baja tu nivel de stress por la planificación del menú y la nevera. ¡Qué relax! ¡Toda una maravilla!
- Finalmente, mueres por inanición. ¿Para qué vivir en un mundo sin sentido? ¡Uno menos, que somos muchos!
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