1. Adelgazas. ¡Por fin podrás tener un peso que no te haga comprar ropa tan ancha!
  2. Disminuyes el consumo de azúcares, grasas y sustancias químicas insanas. Limpias tu organismo a coste cero. Todo un hito en salud.
  3. Ganas tiempo. ¿Por qué perderlo en comprar, cocinar y limpiar? Sólo piensa en qué gastarás todo ese precioso tiempo. Podrás hacer tantas cosas que cuando fines no te quedará nada pendiente.
  4. Baja tu nivel de stress por la planificación del menú y la nevera. ¡Qué relax! ¡Toda una maravilla!
  5. Finalmente, mueres por inanición. ¿Para qué vivir en un mundo sin sentido? ¡Uno menos, que somos muchos!

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